Trucos de cocina

El Baúl de Sergio y Elo

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lunes, 12 de diciembre de 2011

Coctel de marico con aguacates y lechuguilla al ajillo

Este coctel es el de marisco de siempre con algunas variedades, Lo mas novedoso es que lleva almejas, las gambas previamente las he macerado y en vez de cocidas, es a la plancha con su aliño, y la otra variedad es el aguacate.

Qué os puedo decir de la lechuguilla... pues,  es una tapa típica de Córdoba, y a mi marido, como buen cordobés, le encantan, así que en estos días no nos puede faltar en casa. 

Bueno vamos a empezar por el coctel, que si lo usáis para rellenar unas tartaletas puede ser un aperitivo más en navidad.
Ingredientes:

Lechuga cortada en juliana
Surimi cortado en tacos
Almejas (la tendremos en agua salada durante dos horas para que suelten toda la arenilla)
Langostinos
Gambas peladas
Ajo muy picado
Perejil muy picado
Aceite de oliva
Salsa rosa

Preparación:

En un bol ponemos las gambas peladas a macerar con el ajo, perejil y aceite de oliva, durante una hora. Transcurrido ese tiempo volcamos la maceración en una sartén y cuando la gamba esté blanca retiramos.
Por otro lado en la misma sartén de haber hecho las gambas ponemos las almejas, y esperamos que se abran. Retirar y quitarle las conchas.





En un recipiente ponemos la lechuga, el surimi, las gambas, almejas y el aguacate. Cubrimos de salsa rosa y adornamos con los langostinos.


La lechuguilla es de lo más fácil, vereis necesitáis: Cogollos, ajo cortado en láminas, aceite de oliva, vinagre y sal.

Cortamos los cogollos en cuatro partes, freímos el ajo y se lo ponemos por encima junto al aceite de la fritura, le ponemos vinagre y un poco de sal. Están para chuparse los dedos!!



Poema Alta Mar Y Gaviota de Julia de Burgos


Por tu vida yo soy…
en tus ojos yo vivo la armonía de lo eterno.
La emoción se me riega,
y se ensancha mi sangre por las venas del mundo.
No doy ecos partidos.
Lo inmutable me sigue
resbalando hasta el fondo de mi propia conciencia.
En ti yo amo las últimas huidas virginales
de las manos del alba,
y armando lo infinito
te quiero entre las puertas humanas que te enlazan.
En ti aquieto las ramas abiertas del espacio,
y renuevo en mi arteria tu sangre con mi sangre.
¡Te multiplicas!
¡Creces!
¡Y amenazas quedarte
con mi prado salvaje!
Eres loca carrera donde avanzan mis pasos,
atentos como albas
al sol germinativo que llevas en tu impulso.
Por tu vida yo soy
alta mar y gaviota:
en ella vibro
y crezco…


Gracias por visitarme

Para mi, como para todos los blogueros, es un honor tenerte por aquí.
Elo.
perezososacocinar@gmail.com


Las viandas de casa

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