dijimos adioses
sin decir adiós.
Y no fue verdad
la alucinación.
Ni tú la creíste
ni la creo yo,
«y es cierto y no es cierto»
como en la canción.
Que yendo hacia el Sur
diciendo iba yo:
«Vamos hacia el mar
que devora al Sol».
Y yendo hacia el Norte
decía tu voz:
«Vamos a ver juntos
donde se hace el Sol».
Ni por juego digas
o exageración
que nos separaron
tierra y mar, que son
alucinación.
No te digas solo
ni pida tu voz
albergue para uno
al albergador.
Echarás la sombra
que siempre se echó,
morderás la duna
con paso de dos…
Para que ninguno,
ni hombre ni dios,
nos llame partidos
como luna y sol;
para que ni roca
ni viento errador,
ni río con vado
ni árbol sombreador,
aprendan y digan
mentira o error
del Sur y del Norte,
del uno y del dos!
Ingredientes:
2 calabacines
250ml vino blanco
250ml vinagre de vino (de uva negra)
1 cucharadita de sal
1 diente de ajo
1 guindilla
Albahaca
Orégano
Aceite de oliva
1 bote de cristal con tapa hermética.
Preparación:
En un recipiente ponemos el vinagre, el vino y la sal y dejamos hervir.
Cortamos los calabacines en rodajas muy finas.
Las ponemos en pequeñas tandas a cocer y pasado 30 segundos las retiramos y ponemos a escurrir.
(yo he utilizado un truquito que me enseño hace tiempo mi marido, consiste en poner en un plato hondo un platito de café boca abajo, el líquido se quedará bajo el platito y el alimento queda muy bien escurrido).
Esta conserva dura mucho tiempo, para que os hagáis una idea, la semana pasada consumí el último bote que hice en agosto del año pasado.
Es un aperitivo, cuidado con el pique, que luego hay que sufrir en silencio!!!